
La técnica de limpieza láser identifica el color negro y levanta la suciedad.
La técnica de láser que se está utilizando en la limpieza de los capiteles del claustro de la catedral de Tudela parece un truco de magia. Los expertos, en un trabajo muy minucioso, enfocan con un láser el capitel y, de forma instantánea, desaparece la suciedad y muestran su ‘nueva cara’ o, en realidad, la que tenían hace 800 años.
“No hay abrasión ni efecto nocivo. Lo que hace es identificar el color negro y levantar la suciedad sin tocar lo demás”, explicaron los técnicos. Pero, además, algo que ha llamado mucho la atención es que la limpieza ha sacado a la luz parte de la policromía que tenían los capiteles, como los ojos, cejas, alguna parte de un mantón granate, o inscripciones originales. También se aprecian con todo detalle los bordados de las telas, cinturones o escudos.